🌿 Apoyo basado en evidencia científica
Las hormonas desempeñan un papel fundamental en la salud femenina. Se ha observado que ciertos compuestos bioactivos, como las isoflavonas de soya, pueden tener un efecto positivo en la regulación hormonal y la reducción de síntomas asociados a la menopausia y el síndrome premenstrual (Messina, 2014). No obstante, se recomienda siempre consultar a un profesional de la salud antes de integrar estos compuestos en la rutina diaria.
Además, estudios han sugerido que el consumo regular de isoflavonas puede contribuir a la reducción del riesgo de osteoporosis en mujeres posmenopáusicas al mejorar la densidad ósea y modular la actividad de los osteoclastos (Atkinson et al., 2004). Este efecto se debe a su similitud estructural con los estrógenos, lo que les permite unirse a los receptores estrogénicos y generar una respuesta beneficiosa.
Por otro lado, las isoflavonas de soya han mostrado un potencial efecto cardioprotector, ayudando a disminuir los niveles de colesterol LDL y mejorando la elasticidad de los vasos sanguíneos, lo que puede contribuir a una mejor salud cardiovascular en mujeres que experimentan cambios hormonales asociados a la menopausia (Taku et al., 2007).