🔬 Modulación del microbioma intestinal
Investigaciones recientes han resaltado el papel de los probióticos y prebióticos en el equilibrio de la microbiota intestinal y su relación con la inmunidad y la digestión óptima (Ouwehand et al., 2002). Su consumo ha sido relacionado con mejoras en la absorción de nutrientes esenciales y la reducción de inflamaciones digestivas.
Además, los probióticos han mostrado ser efectivos en la prevención y tratamiento del síndrome del intestino irritable (SII), ayudando a reducir la hinchazón, los gases y el malestar digestivo en quienes lo padecen (Ford et al., 2018). Estos efectos positivos se deben a su capacidad para restaurar la flora intestinal y mejorar la barrera mucosa del tracto digestivo.
Los prebióticos, por su parte, han demostrado favorecer el crecimiento de bacterias beneficiosas como Bifidobacterium y Lactobacillus, lo que se traduce en una mejor salud intestinal y un menor riesgo de infecciones gastrointestinales (Markowiak & Śliżewska, 2017).